IGLESIA DEL SANTÍSIMO REDENTOR, TENERIFE.

ARQUITECTURA CONTEMPORÁNEA E INTERIORISMO.

Iglesia del Santísimo Redentor. La iglesia del Santísimo Redentor, en La Laguna,Tenerife, está dedicada al episodio de la resurrección, uno de los momentos cruciales de la narración bíblica. Ubicada en una zona residencial anodina de San Cristóbal de La Laguna, la segunda ciudad de la isla de Tenerife, el proyecto con sus volúmenes fracturados emergen de una suerte de cráter excavado para salvar la importante pendiente de la parcela. En contraste con su entorno de edificios de viviendas, la aspereza del tratamiento de los pavimentos, de los muros de contención del terreno y de los muros de la propia iglesia ofrece una imagen que semeja un afloramiento del paisaje tinerfeño en plena ciudad, como si la naturaleza luchara contra la domesticación urbana. La construcción de una iglesia del Santísimo Redentor en España, que tardó más de quince años en completarse, se superpone con la renovación de Las Chumberas, una comunidad de 670 casas organizadas en 42 bloques desde la década de 1970, a la que posteriormente se añadieron centros comerciales y edificios industriales. Con el apoyo constante del fundador del proyecto, el obispo Tenerife, así como de patrocinadores y vecinos,el Arq. Fernando Menis concibe la iglesia como un catalizador necesario para los cambios urbanos y sociales que se están produciendo en la región. En su visión, el nuevo edificio debe crearse en un lugar donde no haya nada, lo que ayuda a dar a Las Chumberas un espacio de referencia con identidad propia en el caótico tejido urbano. El conjunto resultante incluye una iglesia, un centro comunitario y una plaza pública rodeada de vegetación, es decir, un lugar donde los vecinos necesitan reunirse en público. El edificio es un modelo de acción colectiva por su modo de financiación. El ritmo desequilibrado de las remesas determina la lógica constructiva del proyecto y su posterior ejecución: un conjunto formado por cuatro módulos independientes y sus alrededores se ha ido entregando por etapas. El centro comunitario, situado en dos volúmenes del edificio de cuatro volúmenes, se terminó de construir en 2008 y ha estado en uso desde entonces. Inspirado en la geología de la isla volcánica, el edificio está incrustado en el suelo y sus cuatro volúmenes masivos se asemejan a rocas gigantes inquietas. La textura áspera del hormigón visto contrasta fuertemente con el entorno residencial tradicional. Era como si un fenómeno geológico hubiera tenido lugar en los suburbios, como si la naturaleza estuviera en guerra con la mediocridad. Sus volúmenes de roca están separados por estrechas grietas llenas de estructuras escultóricas de metal y vidrio a través de las cuales entra la luz del sol, abandonando todos los elementos superfluos del edificio para crear un patio austero y sobre pilotes. Arquitecto: Fernando Menis Fotos: Patri Cámpora Simona Rota