La luminosa casa-taller centeneria del artista Jean Grisoni, bañada de luz y con vistas al Marne, a las afueras de París.
Casa-taller de 1830, con vistas al río Marne, inspirada en el estilo arquitectónico anglonormando.
Hay pocas cosas más inspiradoras para los aficionados al arte que visitar una de esas casas donde un artista han montado su taller creativo, con muebles de madera y vistas al río. En las afueras de París rodeada de verde y repleta de arte.
La primera vez que entré en esta casa, me recibió un haya de 40 metros de altura, recuerda Jean Grisoni, artista y diseñador de muebles. Este árbol, de aspecto sublime en verano, fue como una epifanía estética, me conmovió .
Es una casa burguesa, construída a principios del siglo XIX,con un estilo arquitectónico que nos deleita, rodeada de un jardín salvaje que encanta. Artista contemporáneo y parisino de toda la vida, Grisoni buscó un lugar tranquilo dónde instalarse con su mujer y sus numerosas obras de arte.
Jean Grisoni en su estudio de dibujo, frente al río Marne, nos relata “Este techo de cristal es una especie de mirador sobre el Marne, con sus encantadoras casas y barcos. La luz es mágica”
Zona de paso con sillas y suelo de madera y fotografías colgadas.
En el salón, tres sillas Hamlet Machine, de Bob Wilson; fotografías con Pablo Picasso y el revólver de Gary Cooper, César dans son atelier, de André Villers; oficial naval retirado, de Taishi Hirokawa; Gagarin en una gira de propaganda en Londres (foto de prensa sin firmar).
Al igual que Paul Cézanne y Willy Roonis,Jean Grisoni quedó cautivado por el entorno verde y bucólico del río Marne. Una vez pasado el haya bicentenaria, la propiedad revela esta mansión originalmente fue residencia de vacaciones.Luego,la casa se fue ampliando para transformarse en una residencia permanente.
Mesa de madera color negro suelo de madera ventanales obras de arte paredes blancas.
El salón está amueblado con una mesa Pietrosella, una barra de iluminación Lavezzi y un collage Maillons, todo de Jean Grisoni, y un jarrón IBU Poîlane (de cerca del año 2000).© Vincent Leroux
Una de esas casas para sentir que estás de vacaciones todo el año
"Cuando entramos, pensamos inmediatamente que se trataba de una casa de vacaciones", explica el artista, cuya principal preocupación era repintarla completamente de blanco para reflejar la luz y "dar la impresión de un lugar de vacaciones más elegante y menos rústico". Con esta idea como punto de partida, el interior refleja las obsesiones de la pareja, apasionada del arte moderno y del diseño. “Nos gustan sobre todo los objetos de los años 70. El arte pop y el minimalismo formaron parte de nuestra juventud”. Vemos un Monochrome negro, de Olivier Mosset, y una Shopping Bag, de Andy Warhol.
Esta estética encaja perfectamente con las piezas del propio Grisoni, orgánicas y estilizadas. "Algunas tienen que quedarse conmigo dos o tres meses, porque necesito hacerlas mías antes de que desaparezcan y venderlas", revela.
Despacho con mesa de cristal y suelo de madera y estanterías con libros
El comedor-biblioteca, abierto a la naturaleza, presenta una lámpara de techo de papel enrollado y una mesa central Pina de Jean Grisoni, una colección de jarrones y un plato Primavera (circa 1940 y 1950), además de un mural de Gérard Traquandi.
Salón minimalista con muebles modernos y cuadro negro y techo con vigas
El salón también incluye obras de Jean Grisoni (dos taburetes Castifao, una mesa Pietrosella), junto a un Monochrome noir, de Olivier Mosset, dos sillones L2, de Le Corbusier, una silla Oyster y una otomana de Pierre Paulin, dos estacas Touareg y una pequeña silla africana.
Tres talleres en un mismo lugar
La casa de Jean Grisoni es ante todo su lugar de trabajo.El espacio con el techo de cristal se convirtió rápidamente en su estudio de dibujo. “Este tejado de cristal es una especie de atalaya con vistas al Marne, con sus encantadoras casas y sus barcos. La luz es mágica”. Al final del jardín, está el segundo estudio-taller, entre los árboles.
Por último, un gran sótano, convertido en taller de joyería, madera y metal, linda con otro de los patios de recreo favoritos de Jean Grisoni. Un pequeño estudio de música con teclado, batería y amplificadores, “porque soy un viejo bluesman. Mis hijos y mis nietos tienen instrumentos, así que todas las reuniones familiares acaban en el sótano, ¡con tapones en los oídos!”, ríe el artista.
Exterior casa francesa del siglo XIX con jardín
La casa y su jardín salvaje, un espacio dentro del desorden organizado por Jean Grisoni y su mujer
Retrato de Jean Grisoni en su estudio rodeado de piezas de metal
La zona de la cocina donde almorzamos es una auténtica pajarera, porque los árboles llegan hasta las ventanas, y con ellos, montones de pájaros”, cuenta. Este jardín salvaje y encantador dio a la pareja el deseo de rediseñar la casa para poder vivir al ritmo de la naturaleza.
Un amigo nos introdujo en el concepto del jardín " sauvage ".No cortamos, no plantamos flores, dejamos que los pájaros traigan cosas, simplemente sembramos hierba silvestre para hacer una pradera exuberante. Materializamos la idea de un jardín natural.
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