INTERIORISMO.
PISO SEÑORIAL ENTRE LO COOL, LO CLÁSICO Y LO ECLÉCTICO -
El interiorista Ricardo de la Torre ama el eclecticismo.Lo entiende como la capacidad de adaptación a las necesidades del cliente, siempre bajo una personal mirada muy acostumbrada a transformar espacios mediante la mezcla. Sucede así en este magnífico piso del barrio de Salamanca, en Madrid. El interiorista lo ha reformado y decorado íntegramente para un matrimonio que pasa en él temporadas ocasionales. Abandonado durante años, de la antigua planta solamente quedan hoy elementos estructurales fantásticos y totalmente diferenciales. El más sorprendente, sin duda, es el fresco en el techo del salón, cuya autoría se atribuye a los mismos artistas del Palacio de Linares. También fueron rescatadas las carpinterías, la chimenea de mármol y las pilastras de forja que separan la zona de estar del comedor.
Sin embargo, el decorador ha buscado que contenedor y contenido sean un todo, de forma que el estilo arquitectónico clásico integre una decoración acorde a los gustos de los dueños: moderna, dinámica y cálida. Esta calidez la aportan el fondo de color en beis y blanco, y los suelos de roble natural de Anticato.
En cocina y baños se ha optado por un mármol de la firma Canu en las variedades blanco Macael y negro Marquina, un material noble que añade luz a la que ya de por sí baña la vivienda. El uso de tapicerías luxury con envolvente tacto –sofás, butacas o cabeceros diseñados en ante y terciopelo– refuerzan esa grata sensación.
En cuanto a los muebles, el mix vuelve a ser la filosofía decorativa. Conviven en la casa antigüedades, piezas vintage de los años sesenta y un mobiliario de línea actual diseñado por el propio estudio de Ricardo de la Torre. No hay que olvidar, por último, al arte como creador de poderosos puntos focales. Su arrollador cromatismo y la belleza de las piezas seleccionadas ponen exclusividad y una elegancia ligera, cien por cien contemporánea.
Para la sala,se ideó un sofá tapizado en ante blanco, y dos butacas en suede azul con vivo negro. Los almohadones son de terciopelo de La Californie. La mesa de centro,diseñada por él con tapa de cristal negro y soporte dorado, sobre una alfombra de Alfombras Peña.
Al fondo, la chimenea, de mármol negro Marquina, se adorna con jarrones antiguos de Atanara. La lámpara suspendida es el modelo Coppélia, de Moooi, en Años Luz.
Jarrones y un candelabro, de Anmoder, y piezas de madera dorada de La Californie componen un bonito bodegón sobre la mesa de centro. Apoyada en la pared, una consola antigua de Anmoder acoge un jarrón con mimosas y una lámpara francesa de madera tallada y pan de plata, ambos de La Californie.
Destaca la escultura In tensión 26, de Inma Femenía, comprada en la galería Max Estrella. Otra más pequeña de Anmoder, firmada por Rafael Amorós, luce sobre el aparador de madera, de los años sesenta, de La Nave.
Una consola con lámparas gemelas, todo de Anmoder, define el paso entre salón y comedor, donde destaca en un extremo un buró antiguo heredado. Sobre él, otra luminaria de Anmoder, un cuadro de Carlos Nunes procedente de la galería Ponce+Robles y cabezas de The Exvotos adquiridas en La Californie. La silla es el icónico modelo Platner, de venta en Naharro. La alfombra, de seda y lana, es de Zigler.
El amarillo se ha empleado para dar color, luz y buenas vibraciones al pasillo del hall. La alfombra, de Zigler, y el banco tapizado, de Anmoder, lucen este tono solar. Una obra fotográfica de Belén Imaz en gran formato descansa sobre el suelo.
El dormitorio se ha decorado con texturas envolventes, como la del cabecero y los pufs, en capitoné, y la del terciopelo de la colcha y los cojines, de Atanara. Los apliques son los Tolomeo, de Artemide, en Años Luz.
La mesa del comedor, con sobre de mármol, y las sillas, en ante amarillo, son creaciones de Ricardo de la Torre. Las copas antiguas proceden de Anmoder y el jarrón, de La Californie. La foto, Fronteira 603, de Ding Musa, se compró en la galería Ponce+Robles.
Zona del comedor precedida por la escultura sobre peana Dogma, de Raúl Díaz Reyes, comprada en la galería Ponce+Robles.
Proyectada por Gunni & Trentino, la cocina combina el gris perla en mate de los muebles y el brillo para la isla, con encimera de Silestone y acompañada por taburetes de Negre. Esta uniformidad cromática queda rota por el frente de baldosas metro verdes de Azulejos Peña. La lámpara de techo es de anticuario.
La mesa del comedor, con sobre de mármol, y las sillas, en ante amarillo, son creaciones de Ricardo de la Torre. Las copas antiguas proceden de Anmoder y el jarrón, de La Californie. La foto, Fronteira 603, de Ding Musa, se compró en la galería Ponce+Robles.
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